La Dra. Gisselle Guerra y la Dra. Yazmin Mack, ambas investigadoras de la Universidad Tecnológica de Panamá (UTP), recibieron hoy el Premio Nacional L’Oréal – UNESCO “Por las Mujeres en la Ciencia” 2022, en su sexta edición.
El Premio Nacional L’Oréal–UNESCO “Por las Mujeres en la Ciencia” se concede a un proyecto de investigación en curso en el país, que esté dirigido por una científica panameña con un título doctoral o que esté cursando estudios doctorales en las áreas de Ciencias de la Vida, Ciencias de la Materia, Ciencias Físicas, Ciencias Matemáticas o Ciencias Informáticas. Este año se recibieron 13 postulaciones.
Esta iniciativa es apoyada por la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Senacyt), a través de la Dirección de Investigación Científica y Desarrollo Tecnológico (I+D), en conjunto con L’Oréal Centroamérica y Región Andina (Ceran) y busca fomentar el desarrollo de las mujeres que han dedicado su trabajo y estudios a la ciencia. El galardón surgió a partir del programa internacional L’Oréal-UNESCO “For Women in Science”, que ha recompensado la labor de más de 1,700 mujeres científicas originarias de 108 países.
En esta sexta edición, se escogieron 10 ganadoras de Centroamérica y la Región Andina, 6 en Colombia, 2 en Perú y 2 en Panamá, respectivamente. Ya son ocho investigadoras en diversas áreas de la ciencia que han sido premiadas en Panamá.
La Dra. Gisselle Esther Guerra Saval es investigadora del Centro de Investigaciones Hidráulicas e Hidrotécnicas de la UTP, miembro del Sistema Nacional de Investigación (SNI) e investigadora asociada a la Estación Científica Coiba AIP. El proyecto que le mereció ganar el Premio Nacional L’Oréal-UNESCO “Por las Mujeres en la Ciencia” 2022 lleva por título “Estimación de la erosión costera en ecosistemas y asentamientos humanos vulnerables de la Bahía de Parita”.
La Dra. Yazmin Lisbeth Mack Vergara, investigadora en el Laboratorio de ensayo de materiales del Centro Experimental de Ingeniería de la UTP, ganó con el proyecto “Evaluación de la calidad del agua para consumo humano incluyendo parámetros no convencionales por medio de un laboratorio móvil con técnicas analíticas avanzadas”.
El Dr. Eduardo Ortega-Barría, secretario nacional de la Senacyt manifestó:
“Nos honra reconocer los proyectos de investigación liderados por la Dra. Guerra y la Dra. Mack, que contribuyen a generar nuevos conocimientos y aportan datos científicos para la toma de decisiones sobre la conservación de los ecosistemas, la biodiversidad, la adaptación y mitigación del cambio climático, y que se relacionan con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, especialmente los relativos a salud y bienestar, agua limpia y saneamiento, y educación de calidad.Felicito a estas investigadoras y a todas las científicas que se postularon para el premio con proyectos que constituyen valiosos aportes al conocimiento y al bienestar de Panamá”.
Alberto Mario Rincón, director de L’Oréal de Centroamérica y región Andina, expresó:
“Desde L’Oréal creemos que es fundamental actuar a favor de una mayor inclusión en la investigación y animar a las jóvenes a orientarse hacia carreras científicas. Por eso, estamos comprometidos en empoderar a más mujeres científicas para que superen los obstáculos actuales e inspirar a las próximas generaciones para dedicarse a la ciencia y dejar su huella. El premio ‘Por las Mujeres en la Ciencia` es nuestra contribución cada año a visibilizar la brecha de género para que se sumen más voluntades a la solución”.
Galardonadas
La Dra. Gisselle Guerra tiene un Doctorado en Filosofía con especialización en Ingeniería Costera y Oceanográfica de la Universidad de Florida, Estados Unidos (2019), una maestría en ciencias con especialización en Ingeniería Costera y Oceanográfica, en la Universidad de Florida en Panamá (2012), y una licenciatura de Ingeniería Ambiental, en la Universidad Tecnológica de Panamá (2009). Es docente a tiempo parcial de cursos de pregrado y postgrado e investigadora del Centro de Investigaciones Hidráulicas e Hidrotécnicas de la UTP y, además, es investigadora asociada a la Estación Científica Coiba AIP. Es miembro del Sistema Nacional de Investigación (SNI) en la categoría de Investigador Nacional I. Sus líneas de investigación incluyen: ingeniería ambiental, límite de intrusión salina, oceanografía física y desarrollo sostenible en zonas costera.
El objetivo de su proyecto “Estimación de la erosión costera en ecosistemas y asentamientos humanos vulnerables de la Bahía de Parita” es incluir otro sitio de estudio al plan de monitoreo ya establecido dentro de otro proyecto previo, financiado por la Senacyt, titulado “Estimación de la erosión en la línea costera del Pacífico de Panamá”.
La Bahía de Parita, en la costa del Pacífico de Panamá, ha tenido marcados retrocesos en su línea de costa en los últimos 20 años. Es, además, la segunda zona más importante para aves playeras migratorias en Panamá, después de la Bahía de Panamá.
Además, la Bahía de Parita tiene una alta exposición al cambio climático y es una de las zonas más vulnerables al aumento del nivel del mar en el pacífico panameño. Este aumento del nivel del mar propicia los procesos erosivos en la costa. La erosión costera entonces limita las actividades económicas, reduce la protección natural de la costa (manglares, dunas, bancos de arena) y genera presiones en los asentamientos humanos costeros.
El objetivo general de la investigación de la Dra. Guerra sería estimar la tasa de erosión en comunidades costeras dentro de la Bahía de Parita, y su alcance busca visibilizar que las costas son uno de los ambientes más dinámicos a nivel terrestre, y sus cambios están relacionados con procesos naturales y por actividades humanas.
La Dra. Yazmin Mack cuenta con un doctorado en Ciencias en el Programa de Ingeniería Civil por la Universidad de São Paulo (2019), una Maestría en Docencia Superior por ISAE Universidad (2019), una maestría en Ingeniería con Especialización en Ambiente en la Universidad Tecnológica de Panamá (2013), y una licenciatura en Ingeniería Civil, en la UTP (2011). Es docente a tiempo parcial en la Facultad de Ingeniería Civil, e investigadora a tiempo completo en el Laboratorio de ensayo de materiales del Centro Experimental de la UTP.
Su proyecto ganador se titula “Evaluación de la calidad del agua para consumo humano incluyendo parámetros no convencionales por medio de un laboratorio móvil con técnicas analíticas avanzadas”, en el área de Ciencias de la Materia.
El objetivo de esta propuesta es fortalecer el laboratorio móvil de calidad de agua del proyecto “Morbilidad vs la Calidad del agua para Consumo Humano en Tonosí: un estudio piloto” con insumos y accesorios necesarios para la evaluación de la calidad del agua incluyendo la identificación y cuantificación de parámetros no convencionales como metales pesados y plaguicidas, en zonas alejadas, con técnicas analíticas instrumentales avanzadas y operado por personal técnico calificado.
Inicialmente, el proyecto se ejecuta en zonas en las que la actividad agrícola y ganadera forman parte importante de su desarrollo económico como Tonosí, Los Santos. Sin embargo, el laboratorio móvil se encuentra disponible para atender otras regiones y casos de emergencias ambientales.
Algunos datos sobre las mujeres en la ciencia
Según el Diagnóstico sobre mujeres y CTI en Panamá, que incluye datos entre 2006 y 2018, en algunos campos científicos, sobre todo en ciencias físicas, matemáticas y estadística, así como informática, ingeniería, industria, producción, arquitectura y construcción, se mantiene la división tradicional de género, siendo los hombres la mayoría de los graduados. Además, menos del 40% de las mujeres están en ocupaciones relacionadas a la CTI, y menos del 35% de las mujeres en los empleos en industrias de CTI. Entre los empleados en ingenierías, los hombres son más del doble que las mujeres.
Las científicas de carrera aún enfrentan prejuicios de género, de acuerdo con el Informe de la Unesco sobre la ciencia de 2021. En el capítulo sobre el género en la ciencia, titulado “Para ser inteligente, la revolución digital tendrá que ser inclusiva”, indica que, en general, las investigadoras suelen tener carreras más cortas y peor pagadas. Su trabajo está poco representado en las revistas de alto nivel y a menudo no se las tiene en cuenta para los ascensos. Las mujeres suelen recibir becas de investigación más modestas que sus colegas masculinos y, aunque representan el 33,3% de todos los investigadores a nivel global, sólo el 12% de los miembros de las academias científicas nacionales son mujeres.