La Comisión Ballenera Internacional (CBI) discute nuevamente la propuesta para crear el Santuario de Ballenas del Atlántico Sur (SAWS, por sus siglas en inglés), en su reunión número 69 que se celebra en Lima, Perú, del 23 al 27 de septiembre. Este proyecto, impulsado por Brasil hace más de 20 años, ha sido rechazado en 12 ocasiones anteriores, pero sigue generando controversia. La propuesta busca prohibir la caza de ballenas durante al menos 20 años en un santuario que abarcaría desde el ecuador hasta el Cabo de Hornos, y desde Sudamérica hasta África Occidental.
Impacto en las Pesquerías de América Latina
El IWMC World Conservation Trust, representado por su presidente Eugene Lapointe, advierte que la creación de este santuario podría afectar gravemente a las pesquerías locales en América Latina, poniendo en riesgo la seguridad alimentaria regional. Según Lapointe, la restricción de actividades marinas en el área designada para el SAWS no solo limitaría la caza de ballenas, sino también otras formas de uso sostenible de los recursos marinos. Esto podría impactar de manera negativa a comunidades costeras que dependen de las pesquerías para su subsistencia.
Lapointe señala que muchos países latinoamericanos han liderado iniciativas como la Economía Azul, que promueve la explotación responsable de los recursos marinos. “Sería contradictorio que estas naciones apoyen la creación de un santuario que restringiría actividades que han gestionado de manera sostenible por años”, afirma el directivo.
¿Amenaza a la Soberanía Nacional?
Otro de los argumentos en contra de la creación del SAWS es la preocupación por la soberanía de los países latinoamericanos. Quienes se oponen creen que este santuario podría infringir en las Zonas Económicas Exclusivas (ZEE) de estas naciones, limitando su capacidad para gestionar sus recursos marinos de manera autónoma. En lugar de respaldar esta iniciativa internacional, los críticos sugieren que los países deberían centrarse en fortalecer proyectos de conservación regionales ya existentes, como el Proyecto del Gran Ecosistema Marino del Caribe (CLME+) o el Fondo para el Arrecife Mesoamericano (Fondo SAM), que promueven la biodiversidad y el uso sostenible de los recursos.
Medidas de Conservación Ya Vigentes
Los opositores también sostienen que el santuario no es necesario, ya que la CBI cuenta con medidas de conservación efectivas, como moratorias sobre la caza comercial de ciertas especies de ballenas y la aplicación del Procedimiento de Gestión Revisado (RMP), que establece límites de captura sostenibles. Estas políticas ya han demostrado su eficacia en la protección de las ballenas, por lo que consideran que el SAWS podría ser una duplicación innecesaria.
Un Dilema para América Latina
Desde una perspectiva económica, política y ambiental, la posible creación del Santuario de Ballenas del Atlántico Sur representa un gran dilema para los países latinoamericanos. Mientras algunos apoyan la iniciativa como un paso crucial para la conservación de los cetáceos, otros temen por los efectos negativos que podría tener en las pesquerías locales y en la autonomía sobre sus recursos marinos.
La votación en la CBI, que se llevará a cabo esta semana en Lima, marcará el rumbo de esta discusión de más de dos décadas, y el resultado tendrá un impacto significativo tanto en la conservación de las ballenas como en las economías locales de América Latina.