El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha generado polémica internacional tras exigir que los barcos militares y comerciales estadounidenses puedan transitar de forma gratuita por el Canal de Panamá y el Canal de Suez.
Desde su red Truth Social, Trump afirmó que «estos canales no existirían sin los Estados Unidos de América» y solicitó al secretario de Estado, Marco Rubio, que actúe de inmediato para “conmemorar esta situación”.
La reacción de Panamá no se hizo esperar. El presidente José Raúl Mulino defendió firmemente la soberanía del país, recordando que el Canal es administrado, mantenido y operado por panameños desde el 31 de diciembre de 1999, tras los Tratados Torrijos-Carter de 1977.
La Autoridad del Canal de Panamá también emitió comunicados aclarando que no existe ninguna exención de pago para buques estadounidenses, y que las tarifas se establecen bajo principios de legalidad, transparencia y beneficio económico para Panamá.
La tensión escaló luego de que Trump calificara de “absurdo” que EE.UU. deba pagar tasas por el paso de sus buques, a pesar de la reciente firma de una Declaración Conjunta en materia de seguridad entre Panamá y el Departamento de Defensa estadounidense.
Actualmente, el Canal de Panamá representa el paso de aproximadamente el 6% del comercio mundial, conectando el mar Caribe con el océano Pacífico. Es un activo estratégico vital para Panamá, América Latina y el mundo entero.
La defensa del Canal reafirma la importancia de Panamá en la geopolítica internacional y su compromiso con la gestión soberana de uno de los mayores logros de infraestructura global.