El panorama del mercado global de belleza, valorado actualmente en 441 mil millones de dólares, atraviesa una profunda transformación. Lo que durante años estuvo marcado por un crecimiento casi automático del consumo hoy enfrenta desafíos cada vez más complejos: consumidores más exigentes, saturación de mercado, incertidumbre económica y un entorno geopolítico inestable. Así lo concluye el informe “The State of Fashion: Beauty – Volume 2”, elaborado por McKinsey & Company en colaboración con The Business of Fashion.
El estudio, basado en encuestas a ejecutivos de alto nivel y datos de mercado globales, revela que la industria de la belleza alcanzará un crecimiento promedio del 5% anual hasta 2030. América Latina destaca como una de las regiones con mayor proyección, alcanzando hasta un 9% de crecimiento anual en un escenario base. Sin embargo, este crecimiento no garantiza éxito para todas las marcas: la clave estará en construir relevancia.
La era del crecimiento sin esfuerzo llega a su fin. Ahora, las marcas tendrían adaptarse para responder a un consumidor que no se conforma con promesas vacías. El informe señala que el precio por sí solo no garantiza la percepción de calidad: el 63% de los consumidores encuestados no cree que los productos premium sean, por defecto, superiores a los de masstige. Esta realidad plantea un reto particularmente significativo en América Latina, donde la relación precio–valor es determinante para ganarse la confianza de un público informado y selectivo.
Cinco frentes que redefinen la industria de la belleza
El informe destaca cinco ejes clave que marcarán la transformación del sector en los próximos años:
- Consumidores fragmentados: El crecimiento no vendrá de segmentaciones tradicionales por edad, género o ingresos. Ahora serán las actitud, necesidades específicas y contextos culturales los que guíen la conexión de las marcas con su audiencia. En América Latina, esto se refleja en la necesidad de estrategias de hiperlocalización para adaptarse a gustos, hábitos e identidades cambiantes.
- El verdadero valor: El precio por sí solo no garantiza la percepción de calidad. El reto para las marcas será demostrar de manera clara y honesta la efectividad de los productos, garantizar la transparencia en los ingredientes e invertir en experiencias que respalden la promesa de valor.
- Más allá del fundador: El carisma de los fundadores, que antes podía garantizar éxito, ahora cede protagonismo frente a la consistencia de la experiencia, la credibilidad de la marca y la efectividad comprobada de los productos. Solo tres marcas lideradas por fundadores en los últimos 20 años han alcanzado ventas superiores a los mil millones de dólares.
- Marketing en equilibrio: Ante la saturación de contenidos y la menor influencia de los creadores tradicionales —con una caída promedio de 8 puntos porcentuales en Estados Unidos, Europa y China entre 2023 y 2025—, las marcas podrían reenfocar su estrategia para combinar marketing de performance con la creación de comunidades auténticas y experiencias de marca significativas.
- Canales en encrucijada: Si bien la tienda física sigue siendo clave para la experiencia de descubrimiento, el crecimiento del comercio electrónico y la consolidación de los marketplaces redefinen el mapa comercial de la belleza. Para 2030, un tercio de las ventas globales ocurrirán en línea, con la inteligencia artificial generativa desempeñando un papel central para personalizar la experiencia de compra y acompañar al consumidor en la selección de productos.
América Latina: un ecosistema en expansión
En este contexto, América Latina emerge como un mercado clave para la industria de la belleza. El crecimiento demográfico, la expansión de la clase media y la alta adopción de herramientas digitales convierten a la región en un terreno fértil para la innovación y la experimentación.
El informe destaca que en países como Brasil, el 51% de los consumidores aumentó la frecuencia de compra de productos de belleza en el último año, mientras que el 61% de los no usuarios mostró interés en adaptarse a nuevos formatos de venta, como el live commerce.
Asimismo, la venta directa digital sigue ganando relevancia, fortalecida por marcas locales que combinan proximidad, contenidos relevantes y una experiencia basada en la confianza.
Nuevas categorías para una nueva concepción de la belleza
La redefinición de la belleza trasciende lo estético para convertirse en un concepto ligado al bienestar, la longevidad y la prevención. Categorías emergentes como los suplementos de belleza alcanzarán un mercado estimado en 140 mil millones de dólares para 2030, mientras que los inyectables estéticos no invasivos proyectan un crecimiento anual de hasta el 12%, especialmente en regiones como India, Oriente Medio y América Latina. Al mismo tiempo, productos para el cuidado masculino y dispositivos de belleza para uso en el hogar ganan visibilidad y relevancia.
El futuro de la belleza está en redefinir su propósito
Más que una industria enfocada en la estética, la belleza hoy representa un punto de encuentro para la conexión emocional, el bienestar integral y la expresión individual. El crecimiento no solo dependerá de vender más, sino de construir relevancia, ganarse la confianza de un consumidor informado y responder a demandas que trascienden la superficie.
América Latina, con su diversidad, dinamismo y conexión cultural con la belleza, está llamada a convertirse en un actor clave de esta transformación global. Las marcas que entiendan esta realidad y la conviertan en estrategia tendrán en la región un aliado estratégico para construir un crecimiento sostenible y significativo para la próxima década.