La reciente decisión del gobierno de Estados Unidos de retirarse de la Organización Mundial de la Salud (OMS) genera incertidumbre en el sector farmacéutico panameño. El Colegio Nacional de Farmacéuticos (Conalfarm) expresó su preocupación por las posibles afectaciones en la importación y registro de medicamentos y productos sanitarios provenientes de EE. UU.
El presidente de Conalfarm, Jaime Olive, explicó que la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU.) juega un papel clave en la regulación de fármacos y equipos médicos, pero su reconocimiento en Panamá depende de su vínculo con organismos internacionales. «Si la FDA deja de estar afiliada a la OMS, Panamá no podrá reconocer automáticamente sus productos. Esto genera un vacío regulatorio que el Ministerio de Salud deberá abordar con urgencia», afirmó Olive.
Según el gremio farmacéutico, esta situación podría retrasar la disponibilidad de ciertos medicamentos en el país. «El impacto no será inmediato, pero a mediano plazo podríamos ver dificultades en el acceso a tratamientos y productos esenciales», advirtió Olive. También destacó la necesidad de fortalecer la regulación nacional para evitar que decisiones externas afecten la seguridad y calidad de los productos en Panamá.
El tema cobra relevancia en un contexto de desafíos económicos y políticos en América Latina. Expertos en salud pública sugieren que Panamá refuerce su cooperación con otros organismos internacionales para garantizar la continuidad en la regulación y suministro de medicamentos. «Es fundamental que el país mantenga su autonomía regulatoria sin comprometer la salud de la población», concluyó Olive.