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EPOC: Enfermedad silenciosa y que no tiene cura

Por: Lizety Martínez

La Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) es una afección respiratoria crónica y progresiva que dificulta la respiración al causar una obstrucción del flujo de aire en los pulmones. Esta obstrucción suele ser resultado de una inflamación crónica en las vías respiratorias y del daño al tejido pulmonar.

Comúnmente, es causada por la exposición prolongada a irritantes como el humo del tabaco, la contaminación del aire, productos químicos o polvo en el entorno laboral. Alrededor de 392 millones de personas sufren de EPOC y no lo saben, ya que creen que esta enfermedad es solo consecuencia de la vejez, dado que la mayoría de los casos se manifiestan en personas de 40 años en adelante.

La EPOC abarca dos condiciones principales: la bronquitis crónica, que implica una inflamación prolongada de los bronquios con producción excesiva de moco, y el enfisema, que es la destrucción gradual de los alvéolos (los sacos de aire en los pulmones), lo que dificulta el intercambio de oxígeno y dióxido de carbono.

Entre los síntomas más comunes de la EPOC se incluyen tos persistente, producción de esputo (moco), dificultad para respirar (disnea), sibilancias y fatiga.

El diagnóstico de la EPOC generalmente se realiza mediante espirometría, una prueba que mide la cantidad de aire que una persona puede exhalar y la velocidad a la que lo hace. Aunque no existe una cura definitiva, el tratamiento puede incluir medicamentos broncodilatadores y corticosteroides inhalados.

Durante un conversatorio organizado por AstraZeneca, el doctor Raúl Jiménez, médico internista y neumólogo en The Panama Clinic indicó que «La EPOC es una enfermedad silenciosa que muchas veces se diagnostica tarde, cuando el daño pulmonar ya es significativo. La clave está en la detección temprana y la modificación de hábitos, especialmente el abandono del cigarrillo. A pesar de que no tiene cura, con un manejo adecuado podemos ofrecer a los pacientes una mejor calidad de vida.»

La prevención es fundamental, y dejar de fumar es la medida más importante para reducir el riesgo de desarrollar EPOC. También es crucial minimizar la exposición a contaminantes ambientales y sustancias irritantes. Aunque la EPOC es una enfermedad seria y potencialmente debilitante, con un diagnóstico temprano y un manejo adecuado, es posible mejorar significativamente el pronóstico y la calidad de vida de los pacientes afectados.