El uso de la IA crece en las organizaciones, pero sigue en fase piloto

La rápida adopción de nuevas herramientas de inteligencia artificial, la creciente proliferación de la IA agentiva y las dificultades para escalar su uso en las organizaciones marcan la evolución reciente de estas tecnologías. La última encuesta global “State of AI 2025”, elaborada por McKinsey Global Institute, revela que, aunque casi nueve de cada diez organizaciones utilizan la IA de forma habitual, la mayoría aún no la ha integrado lo suficiente en sus flujos de trabajo y procesos como para obtener beneficios significativos a nivel empresarial.

La expansión de la IA continúa, pero sigue en fase piloto

El 88% de los encuestados afirma que su organización utiliza la IA en al menos una función empresarial, frente al 78% de hace un año. No obstante, a nivel corporativo, la mayoría de las compañías se encuentra aún en fase de experimentación o piloto. Solo un tercio ha comenzado a ampliar sus programas de IA.

La encuesta también muestra que las organizaciones están incrementando el número de funciones en las que emplean la IA: más de dos tercios utilizan estas tecnologías en más de una función y la mitad en tres o más funciones. Además, se pudo observar que las empresas más grandes, con ingresos superiores a 5000 millones de dólares han alcanzado la fase de ampliación, en comparación con el 29% de los que tienen ingresos inferiores a 100 millones de dólares.

Experimentación con agentes de IA

Otro punto relevante recabado en la encuesta es el aumento en el interés de las organizaciones en empezar a explorar oportunidades con agentes de IA, que vienen siendo sistemas basados en modelos fundamentales capaces de actuar en el mundo real, planificar y ejecutar múltiples pasos en un flujo de trabajo. El 62% de los encuestados afirma que sus organizaciones están, como mínimo, experimentando con agentes de IA. Sin embargo, su adopción aún no está muy extendida: la mayoría que lo utiliza afirma que solo lo están haciendo en una o dos funciones.

En esa misma línea, se observó que el uso de agentes de IA es más común en áreas como Tecnología de la Información (TI) y gestión del conocimiento, y en sectores como tecnología, medios y telecomunicaciones, y salud.

La IA como catalizador de la innovación

Para la mayoría de las organizaciones, la IA aún no genera un impacto relevante en el EBIT (Beneficios antes de Intereses e Impuestos). Solo el 39% atribuye algún nivel de impacto, y la mayor parte de los encuestados afirma que menos del 5% del EBIT de su organización es atribuible al uso de la IA. Aun así, las empresas sí reportan beneficios cualitativos: donde se observan mejoras en innovación, y cerca de la mitad identifica incrementos en la satisfacción del cliente y la diferenciación competitiva.

Además, muchos de los encuestados reportan reducciones de costes especialmente en ingeniería de software, fabricación y TI, así como aumentos de ingresos en marketing y ventas, estrategia y finanzas corporativas, y desarrollo de productos como resultado del uso de la IA.

La clave del éxito en IA

Las organizaciones que perciben un mayor impacto no se limitan a buscar un aumento en la eficiencia; también establecen el crecimiento y la innovación como objetivos de sus iniciativas de IA. Además, estas empresas que obtienen mayores resultados son casi tres veces más propensas que el resto a haber rediseñado de forma fundamental sus flujos de trabajo, un cambio estructural que se ha convertido en uno de los factores clave para lograr un impacto empresarial significativo.

Perspectivas divergentes sobre el impacto en el empleo

La mayoría de los encuestados reporta pocos cambios en el tamaño de su plantilla derivados del uso de la IA durante el último año. Sin embargo, si bien la mayor parte espera los mismos resultados para el año 2026, el 32% prevé una reducción global del 3% o más, y el 13% prevé un aumento de esa magnitud.

En ese sentido, se observó que las empresas más grandes son más propensas que las más pequeñas a anticipar reducciones de personal relacionadas con la IA.

Por otro lado, las organizaciones con mejor rendimiento con la IA son más propensas a esperar cambios más significativos, ya sea en la reducción o aumento de la planilla.