La hidratación es importante porque te ayuda a sentirte y rendir al máximo. Por ello, es importante prestar atención a la ingesta de líquidos especialmente cuando hace calor, durante los viajes largos en avión, después de un fuerte entrenamiento o de realizar actividades al aire libre.
Vivir en un clima caluroso como Panamá puede aumentar el riesgo de deshidratación durante la práctica de deportes y ejercicio. Incluso si te gusta más tomar el sol que jugar al volleyball de playa, las altas temperaturas pueden provocar deshidratación al aumentar la tasa de sudoración. El sudor puede evaporarse rápidamente, que tu piel esté seca al tacto no significa que no estés sudando.
El agua constituye aproximadamente el 60% del cuerpo humanoy es necesaria para tareas tan importantes como regular la temperatura corporal, mantener la piel más elástica, flexible y las articulaciones sanas, digerir los alimentos y ayudar al cerebro a funcionar de forma óptima. Por eso, la pérdida de tan sólo uno o dos por ciento de líquidos corporales puede afectar el rendimiento físico y, lo que es más grave, la cognición.
Entonces ¿cuánto líquido debes ingerir al día?
“Todos hemos escuchado la regla de los ‘ocho vasos al día’, pero esa cantidad es sólo una pauta general y puede no ser suficiente en entornos o situaciones en las que puedes experimentar deshidratación”, explica la Dra. Yumaira Chacón, Gerente Médico Senior para el negocio de nutrición en Abbott.
La ingesta de líquidos varía en función de la edad y el nivel de actividad. Una variedad de líquidos en la dieta puede ayudar a la hidratación, como el agua, el té, el café o incluso la leche.
¿Cómo ayudar con la hidratación?
La hidratación no es sólo cuestión de líquidos, sino también de tener un balance de electrolitos. En un día normal, se suelen obtener suficientes electrolitos a través de la dieta, pero eso cambia cuando te ejercitas en un clima caluroso o realizas alguna actividad al aire libre.
“En situaciones de deshidratación necesitarás reponer el agua y los electrolitos perdidos por el sudor. Los principales electrolitos de las bebidas hidratantes son el sodio, el cloruro y el potasio; el nuevo Pedialyte Zero Sugar de Abbott ayuda a hidratar y refrescar al mismo tiempo, y está disponible en sachet en polvo para que puedas llevarlo donde quieras, si estás ejercitándote, viajando o simplemente necesitas tenerlo a la mano para rehidratarte”, agregó la Dra. Chacón
Además de bebidas hidratantes, las frutas y verduras con alto contenido en agua como la lechuga, los pepinos o los tomates, pueden contribuir a tu ingesta diaria de líquidos y, como regla general, alrededor del 20% de las necesidades diarias de líquidos debe proceder de los alimentos.
¿Cómo saber si estás bien hidratado?
Dado que tanto las recomendaciones de ingesta de líquidos como los síntomas de deshidratación varían de una persona a otra, es importante estar consciente de tu estado de hidratación, si bien sentir sed puede ser uno de los primeros signos, otros síntomas comunes son:
- Ojos, boca y piel secos
- Orina oscura
- Disminución de la diuresis; es decir, disminución del volumen de la orina
- Dolor de cabeza
- Labios agrietados
- Sequedad de las fosas nasales
- Fatiga
- Mareos
Además, la pérdida de agua corporal también puede tener un impacto en cómo te sientes, ya que como el cerebro está compuesto por un 85% de agua, esta pérdida puede provocar mal humor, falta de concentración y aturdimiento.
Es importante protegerse de la deshidratación, por lo que tomar medidas preventivas te ayudará a mantenerte en un buen estado y seguir sintiéndote lo mejor posible.