Es un fenómeno que refleja la globalización de las costumbres y la creciente interconexión de los mercados internacionales, el Black Friday es un claro ejemplo que ha ganado una fuerte presencia en los países latinoamericanos. Una tradición, originaria de Estados Unidos, que simboliza el comienzo de la temporada de compras navideñas y la llegada de beneficios y descuentos, apodados “números negros”, Esta fecha ha trascendido fronteras y se ha convertido en un evento de gran relevancia para los consumidores y comerciantes de la región.
Panamá ha sido un destacado participante en esta celebración, acumulando 11 años de tradición desde su primera puesta en escena, en el año 2012. El Black Friday ha logrado integrarse de manera significativa en las efemérides panameñas, convirtiéndose en un evento anual que genera una gran cantidad de ventas y un importante movimiento económico. Según datos compartidos por la Autoridad del Turismo de Panamá (ATP), el Black Week del 2022 fue un rotundo éxito, registrando un ingreso de $84 millones de dólares. Este resultado marcó un impresionante incremento del 20% en comparación con las cifras del año anterior, cuando las ventas alcanzaron los $70 millones de dólares.
«La capacidad de los consumidores para adaptarse a las tendencias de compra estadounidenses resalta la constante transformación que experimenta el mercado. Las empresas deben tener en cuenta que su apertura y facilidad para conectarse con los clientes aumentarán a medida que se mantengan actualizadas y alineadas con las necesidades del consumidor. En esta era de cambio, tan impredecible como el propio mercado, la escucha activa de los datos y la información compartida por los usuarios se vuelve esencial para la importancia de interpretar y identificar dónde puede surgir la próxima tendencia mundial.»” subrayó Teresa Rey, Directora del Departamento de Consumer Engagement y Digital de LLYC Panamá.
El ajuste de eventos como el Black Friday al mercado latinoamericano ejemplifica la crucial importancia de comprender las tendencias y la dirección que éstas pueden tomar según los distintos mercados. Desde la perspectiva de LLYC, asesores globales de marketing y comunicaciones,el análisis de datos se reconoce como una herramienta fundamental en la identificación de patrones, preferencias de los consumidores, permitiéndonos anticiparnos y detectar las potenciales tendencias para que las empresas puedan tomar sus decisiones, basadas en datos. Entre las herramientas de recopilación de datos que facilitan esta tarea se encuentra el deep learning, una vanguardia revolucionaria en el ámbito de la inteligencia artificial. Inspirado en la estructura neuronal del cerebro humano, este enfoque utiliza redes neuronales profundas para analizar y aprender patrones complejos a partir de grandes conjuntos de datos, la misma tiene un notable auge en los sectores de comunicaciones, relaciones públicas, marketing y publicidad, y LLYC ha implementado con éxito en diversas campañas de renombre.
Lo más notable es la capacidad de adaptación de la población panameña, que ha acogido esta festividad foránea y la ha transformado a lo largo de los años. El término «Black Weekend» ha surgido como una extensión natural del evento, ampliando las oportunidades de compras y promociones. Además, nuevas fechas, como el «Black Week» en septiembre, han demostrado la flexibilidad de la mentalidad panameña para incorporar y disfrutar de estas festividades de manera única. Si bien la población panameña ha adoptado algunas tradiciones americanas, el Black Friday es esperado por muchos compradores de la región quienes viajan a Panamá para abastecerse de todo tipo de productos.
Cabe destacar que la adopción de estas festividades estadounidenses no se limita al Black Friday, ya que otros eventos como el Cyber Monday también están ganando terreno en la región. Los consumidores latinoamericanos están cada vez más conectados a las tendencias globales de compras en línea, buscando ofertas y descuentos no solo en tiendas físicas, sino también en plataformas de comercio electrónico. Este cambio en el comportamiento de compra refleja la evolución de los hábitos de consumo en América Latina y destaca la importancia de la adaptabilidad de las empresas locales para satisfacer las expectativas de los consumidores en un entorno cada vez más globalizado.