Voluntariado en América Latina, clave para la recuperación post COVID-19

El pasado 2 de diciembre, el Centro Latinoamericano de Voluntariado (CELAV) y el Canal de Panamá llevaron adelante el Foro Voluntariado en América Latina: Desafíos y Oportunidades Post COVID-19 en formato híbrido con la participación virtual/presencial de más de 200 personas de 14 países de América Latina, Estados Unidos y España.

El Doctor Bernardo Kliksberg, considerado Padre de la Gerencia Social y pionero de la RSE en América Latina en su calidad de Presidente Honorario de CELAV en su mensaje especial para el Foro destacó que el voluntariado es la máxima expresión de responsabilidad social e indicó que “la pandemia impactó de forma importante a la región latinoamericana ya vulnerada por la desigualdad y la pobreza” por lo cual resaltó la acción voluntaria como clave para poner el valor de la solidaridad en acción y reconstruir el capital social de nuestros países tras la crisis generada por la pandemia.

Durante el Foro se presentaron en primicia los resultados del Estudio Regional realizado por CELAV e IPSOS “Solidaridad en Tiempos de COVID-19” entre 2020 y 2021.  Luis Garay, Director de Asuntos Públicos y Reputación Corporativa de IPSOS en Centroamérica y Caribe que indicó que “existe más temor en la población en las consecuencias del COVID-19 que en la propia enfermedad” en particular en relación a la pérdida de trabajo e imposibilidad de pagar las deudas entre otros. En este marco, las personas han relajado medidas como el distanciamiento y el lavado de manos y sólo se mantiene constante el uso de mascarillas al salir del hogar.

Pese a este panorama, el estudio de IPSOS indica que predomina el optimismo y la calma, mientras que la solidaridad aumenta. Dentro de los principales hallazgos del Estudio CELAV/IPSOS sobre la base de los encuestados se encuentran:

  • La evaluación más alta en la ayuda social brindada al inicio de la pandemia fue para los medios de comunicación ante su rol clave en informar a la población lo que estaba pasando, siendo los más utilizados la televisión y las redes sociales principalmente Facebook e Instagram.
  • Por el contrario, en 2020 ante el avance implacable de los contagios y fallecimientos la población le pasó una fuerte factura a las empresas y al gobierno que salieron de últimos en su evaluación de efectividad en la ayuda.
  • El 70% valoró positivamente la respuesta de la ciudadanía ante la crisis del COVID-19 calificándola como solidaria, empática y resiliente.
  • La percepción de las formas más efectivas en que la población recibió ayuda fueron principalmente a través de donaciones en dinero y en especies; así como el voluntariado presencial. El voluntariado on line fue mencionado pero en menor medida (19%).
  • 75% valoró como muy positivo el apoyo del voluntariado en la respuesta ante la crisis del COVID-19 con un incremento porcentual de 3 puntos sobre el año pasado.
  • Este año, los sectores considerados más efectivos en la lucha contra el COVID-19 en orden fueron: el gobierno (32%), ninguno (24%), empresas (14%), organizaciones sin fines de lucro (14%), cooperación internacional (11%) y medios de comunicación (7%).

Dacil Acevedo, fundadora y Directora General ad honorem del Centro Latinoamericano de Voluntariado (CELAV) agradeció a IPSOS por este apoyo pro bono e indicó que “este tipo de estudios nos permite utilizar la inteligencia de datos para catalizar, potenciar y escalar la solidaridad en América Latina” e invitó a los líderes del voluntariado de la región “tomar decisiones estratégicas basadas en éste tipo de investigaciones que permiten tomar acciones más efectivas para la población”. Invitó a todos los participantes a “juntos, multiplicar la solidaridad” e invitó a descargar y compartir el Estudio CELAV/IPSOS “Solidaridad en tiempos de COVID-19” en la sección Herramientas y Recursos.

Durante el Foro se realizó un panel sobre los desafíos y oportunidades para el voluntariado post COVID-19 con representantes de alto nivel del sector privado, sociedad civil y academia. El panel fue moderado por Raquel Robleda, fundadora y coordinadora de la Red de Periodistas por la Responsabilidad Social. Entre los panelistas compartieron sus experiencias en pandemias y su visión sobre el futuro Sara Gateno, Coordinadora para América Latina del Día de las Buenas Acciones; Raaida Mannaa Directora del Consejo Latinoamericano de Voluntariado Empresarial (CLAVE) y Oscar García, Coordinador de la Cátedra Abierta de Solidaridad, Universidad Nacional de San Martín (UNSAM) de Argentina.

A través de sus diferentes intervenciones en el panel, se concluyó que en América Latina:

  • La crisis de la pandemia generó una resiliencia inmediata atendiendo a los sectores más vulnerables de manera inmediata más allá de las restricciones de movilidad impuestas en los países
  • La innovación se dio en el sector voluntario generando esquemas híbridos (presencial/virtual) que llegaron para quedarse.
  • La importancia de que los voluntarios estén bien para poder ayudar bien, destacando la importancia de la estabilidad emocional y la salud mental en momentos de crisis.
  • Dentro de las oportunidades a partir de las lecciones aprendidas de estos dos años se mencionaron como claves para la hoja de ruta a partir del 2022:
  • Potenciar el voluntariado como una forma de conocimiento e inteligencia colectiva
  • Pasar de la medición de resultados a la medición del impacto generado por el voluntariado
  • Fortalecer la comunicación de las acciones voluntarias y su impacto a través de historias inspiradoras de cambio y transformación (story telling)
  • Articular mejor la respuesta solidaria con el sector público para una mejor efectividad.
  • Escalar el impacto a través de las alianzas público-privadas contribuyendo desde las fortalezas de cada sector para el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en particular el Nro. 17 de las alianzas.

El fortalecimiento de la relación con los medios de comunicación es fundamental, y “no podemos dejar de lado la labor educativa y de RSE con los periodistas, son figuras clave para la difusión de las acciones y de los impactos, al igual que las redes sociales como plataformas de difusión, las cuales utilizadas de manera responsable pueden potenciar las acciones voluntarias y las buenas acciones”, indicó La moderadora del panel, Raquel Robleda.

El Foro concluyó que el voluntariado no sólo es una forma de participación ciudadana, sino que permite multiplicar la solidaridad de manera colaborativa y sinérgica para lograr una América Latina que en simultáneo pueda ser económicamente competitiva, socialmente inclusiva y ambientalmente sostenible, para todos y sin dejar a nadie atrás.