El asma grave afecta aproximadamente al 10% de las personas con asma y representa el mayor reto para su tratamiento. Los pacientes enfrentan crisis frecuentes, dificultad para respirar, alteraciones del sueño y hospitalizaciones recurrentes que impactan directamente su calidad de vida.
En respuesta a esta necesidad médica, se ha aprobado en Panamá Tezspire (Tezepelumab), un nuevo tratamiento desarrollado por AstraZeneca que actúa de forma innovadora: controla la inflamación desde su origen, antes de que aparezcan los síntomas.
De acuerdo con datos clínicos, este medicamento puede reducir hasta en un 84% las crisis de asma que requieren hospitalización y disminuir en un 73% las visitas recurrentes al médico. Para quienes han probado múltiples tratamientos sin lograr resultados efectivos, representa una alternativa con impacto real en la prevención de crisis.
El Dr. Rojas, director médico de AstraZeneca para Centroamérica y Caribe, explicó:
“El asma grave es una condición compleja que necesita un abordaje especializado. Nuestro objetivo es claro: evitar las crisis asmáticas e impactar positivamente la calidad de vida de los pacientes. Con nuevas terapias como Tezspire, damos un paso adelante hacia un control más efectivo de la enfermedad”.
¿Por qué es diferente este tipo de terapias?
A diferencia de los inhaladores de acción corta (SABA), que solo ofrecen alivio inmediato, Tezspire pertenece a la categoría de biológicos, fármacos diseñados para actuar sobre la raíz de la inflamación de las vías respiratorias. Esto significa que no se enfocan en apagar el síntoma, sino en prevenir que la crisis ocurra.
El diagnóstico temprano sigue siendo clave. Los especialistas recomiendan exámenes de función pulmonar y estudios de laboratorio para determinar la gravedad y personalizar la terapia. La OMS ha señalado que el asma es una enfermedad subdiagnosticada y muchas veces mal tratada, lo que agrava el riesgo de complicaciones.
El manejo integral de la enfermedad implica mucho más que un inhalador: educación del paciente, control de desencadenantes (infecciones, alérgenos, contaminación) y seguimiento médico constante. La llegada de tratamientos innovadores como Tezspire refuerza la esperanza de que los pacientes con asma grave puedan recuperar el control de su vida, reducir hospitalizaciones y evitar desenlaces graves.