La deforestación, tala y comercio ilegal de madera están destruyendo los bosques en Darién, Panamá. Ante esta amenaza, el Ministerio de Ambiente (MiAMBIENTE) ha fortalecido sus esfuerzos de control y vigilancia en esta región y en las comarcas Emberá Wounaan y Wargandí.
Datos del Ministerio de Ambiente confirman la existencia de 30 frentes de deforestación en áreas críticas como Quebrada Muerto y Aruza, en la cuenca del río Tuira. Estas zonas han sufrido una pérdida masiva de árboles debido al acaparamiento de tierras, ganadería extensiva, expansión agrícola y la tala ilegal. La tecnología satelital y los operativos de campo han permitido identificar estos sitios de riesgo.
Se presume que gran parte de la madera extraída ilegalmente se destina al mercado negro, con sospechas de exportación a países asiáticos. Para contrarrestar esta situación, MiAMBIENTE ha suspendido temporalmente todos los permisos comunitarios de aprovechamiento forestal en las comarcas Emberá Wounaan y Wargandí. Además, se evalúa una veda forestal más amplia para frenar el comercio ilegal de madera.
Desde julio de 2024, el Ministerio ha presentado más de diez denuncias de tala ilegal al Ministerio Público. Durante los operativos, también se han detectado excedentes de madera en patios de acopio, señal clara de explotación no autorizada.
Llamado a la acción ciudadana
El Ministerio de Ambiente invita a los ciudadanos a denunciar cualquier actividad ilegal en bosques, ya que su apoyo es esencial para detener la destrucción de estos ecosistemas. «La defensa de nuestros bosques es una responsabilidad de todos», comentó Marissa Araúz, directora de Recursos Humanos de MiAMBIENTE. La institución reitera su compromiso de proteger la biodiversidad de Panamá y de hacer cumplir las leyes ambientales.
