Este mes de la tierra, Panamá Norte se alista para un evento que promete revitalizar su entorno natural y contribuir al bienestar de sus habitantes. En una colaboración entre el proyecto residencial Brisas Gardens y la Fundación Moviendo Vidas, se inició una plantación de 50 árboles de guayacán, una iniciativa que busca no solo embellecer el paisaje urbano, sino también impulsar la calidad del aire y la biodiversidad local.
La plantación de estos 50 guayacanes es más que un gesto simbólico. Según estimaciones, cada árbol adulto puede producir alrededor de 260 libras de oxígeno al año, lo que equivale a satisfacer las necesidades de oxígeno de aproximadamente 1,800 personas en el mismo período. Además, los guayacanes desempeñan un papel crucial en la absorción de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero, lo que contribuye a mitigar el cambio climático.
Ana María Mutis, directora comercial de Brisas Gardens, expresó su entusiasmo por esta iniciativa, destacando el compromiso del proyecto con la preservación del medio ambiente y la creación de espacios sostenibles en la región. Por su parte, María Eugenia de la Guardia de Lewis, de la Fundación Moviendo Vidas, resaltó la importancia de esta colaboración en la protección de nuestros recursos naturales y la promoción de la conciencia ambiental.
La plantación de árboles, como los guayacanes, no solo tiene beneficios inmediatos en la calidad del aire y la absorción de carbono, sino que también contribuye a la reforestación y la reducción de temperaturas. Se estima que, a lo largo de sus vidas, estos 50 guayacanes podrían absorber alrededor de 50 toneladas de dióxido de carbono, lo que representa una contribución significativa a la mitigación del cambio climático y al equilibrio del ciclo del carbono en la región.
Esta acción no solo responde a una necesidad ambiental, sino que también refleja el compromiso de Brisas Gardens y la Fundación Moviendo Vidas con la creación de entornos sostenibles y la promoción de la vida comunitaria en Panamá Norte. La plantación de estos 50 guayacanes es solo el comienzo de un esfuerzo continuo por preservar la naturaleza y mejorar la calidad de vida en la región.
La plantación de estos árboles no solo embellecerá el paisaje, sino que también dejará una huella duradera en el medio ambiente y en las generaciones futuras que disfrutarán de sus beneficios.
